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4.- SÍNTESIS HISTÓRICA DEL VIACRVCIS: Desde tiempo inmemorial, los Padres Franciscanos, Custodios de los Santos Lugares, han facilitado a los peregrinos la vivencia del recorrer el cami– no hacia el Calvario. Perdida Jerusalén en un momento de la Historia, los Franciscanos mantuvieron en Europa el recuerdo de las Peregrinaciones, recu– rriendo al instinto imitativo heredado de San Francisco de Asís que fue el primer estigmatizado de la Historia, después de Cristo, por su amor a ÉL . A esto obedeció que surgiera en Europa la práctica del Viacrucis que tanta difusión había de alcanzar, siendo introducido en España a finales del siglo XVI 1, pasando después a Cerdeña e Italia. A lo largo de los siglos XV, XVI y XVII el Viacrucis adoptó diversas formas y varió el número de Estaciones, pasando de 7 hasta un máximo de 37. El Papa lnocencio XI concedió indulgencias en 1.686 a aquel Viacrucis que, practicado por los Franciscanos, Custodios de Tierra Santa, tenía 14 Esta– ciones. En el siglo XVI 11 se difunde ampliamente, gradas a la predicación de San Leonardo de Porto Mauricio (+1.751), pues "pensaba que el ejercicio del Viacrucis era el mejor medio de conservar el recuerdo de la Pasión entre los cristianos". Él mismo, a petición del Papa Benedicto XIV, colocó en el Coliseum Romano un Viacrucis, predicando el día de inauguración, el 27 de Diciembre de 1.750. Los Papas han venido reconociendo el Valor Religioso que supone para la piedad cristiana la práctica del Viacrucis. Y así, es rara la Iglesia que no lo tenga incorporado. Las Estaciones han sido revisadas por el Papa Juan Pablo 11 en el año 1.991. Se mantienen las catorce y se suprimen cinco que carecían de referen– cia Bíblica precisa: Las Tres Caídas del Señor (111, V, VII), Los Encuentros de Jesús con su Madre (IV) y con la Verónica (VI). En su lugar, se incorporan otras tantas, plenamente expresadas en los relatos de la Pasión del Señor. - 1O -

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