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esperanza y la caridad, junto con los dones del Espíritu Santo. Todo esto, claro, de una manera in– fusa y germinal, hasta que el niño llega al uso de la razón. Al despuntar la ra;¡-:ón, el niño adquiere la capacidad de hacer actos propios, personales, para aumentar la gracia santificante y desarrollar las virtudes y los dones. - ¿Me puede decir qué hay que hacer para aumentar la gracia santificante y desarrollar las virtudes y los dones? - Sí, con mucho gusto. Mas, para que mejor me entiendas, quiero que antes me respondas tú a estas dos preguntas. La primera es ésta: «¿Qué tiene que hacer un labrador, un cosechero de trigo, para producir más trigo y, con él, más pan? - Pienso que tendrá que sembrar más can– tidad de trigo en mayor extensión de terreno y cul– tivar ese terreno bien. Me parece que tiene que ararlo varias veces y luego regarlo, si llueve poco. Además tendrá que arrancarle las malas hierbas y, más tarde, cuando esté granado, defenderlo de los pájaros y de los ladrones. - Muy bien, muchacho. Escucha ahora la se– guna pregunta: «¿Qué tendrías que hacer tú para formar un hermoso jardín en ese espacioso patio que tenéis a la entrada de vuestra casa?». - Lo primero sería comprar semillas y esque– jes de distintas clases de flores, como de rosas, claveles, lirios, alhelíes, dalias, hortensias, pensa– mientos, etc. Luego tendría que sembrarlos o plan- 48

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