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buenas lecturas, una enfermedad, una des– gracia, etc., etc. -Y, si a uno le toca la lotería o tiene catorce aciertos en las quinielas, ¿eso se puede considerar también gracia actual? - Puede serlo, Juanito, puede serlo; siempre y cuando le sirva para dar gracias a Dios y ayudar generosamente a los demás. Pero, como arma de dos filos, puede servirle también de tentación y de daño, si se deja dominar por la avaricia, por la so– berbia y otros vicios. - ¿ Y al que está en pecado mortal le sirven para algo las gracias actuales? - Para hacer actos sobrenaturales meritorios, desde luego, no; como no le sirven a un cadáver las inyecciones que le ponemos o las medicinas que le aplicamos. Pero sí pueden servirle para dis– ponerlo a recuperar la gracia de Dios, la gracia san– tificante. Y esto mediante la confesión o la contri– ción perfecta. - Ya. Y para hacer obras sobrenaturales, me– recedoras de premio eterno, ¿necesitamos siem– pre, siempre esa ayuda de las gracias actuales? - Sí, siempre. Las necesitamos siempre, por– que, como dice el Catecismo -recogiendo la doctrina de Cristo y de San Pablo- «nadie puede comenzar, continuar, ni concluir cosa conducente para la vida eterna» sin la gracia de Dios. - Pero una persona puede rechazar esas gracias actuales, y entonces ¿qué es lo que pasa? 34