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CAPITULO 111 LA GRACIA DE DIOS ACTUAL Y SANTIFICANTE D. Antonio.-¿Qué tal, Juanito? ¿Pudiste con– ciliar anoche el sueño después de nuestra charla de ayer? Juanito.-Sí, señor. Dormí de un tirón desde las diez y media de la noche hasta las ocho de la mañana. - Lo celebro. Yo siempre envidié a los que duermen como marmotas y lirones o como los pro– pios ángeles. Entremos en materia. Si es importante en la historia de la salvación de los hombres conocer la naturaleza de la misma salvación y las posibi– lidades de conseguirla, más importante es todavía conocer los medios para realizarla. Y el medio fun– damental, el principalísimo, lo es la GRACIA DE DIOS. De la GRACIA SANTIFICANTE hablamos ya algo en la primera de nuestras charlas. Creo lo recordarás. 31