BCCCAP00000000000000000001351

nuestro, Juanito. Sabes por el Catecismo que Dios nos ha puesto en este mundo para que le conoz– camos, le amemos y le sirvamos fielmente y, me– diante ello, consigamos la vida eterna. ¿Tú sabes con qué palabra se expresa esto de conseguir la vida eterna? - Tengo idea de haberlo oído, pero no me acuerdo en este momento. - Pues mira, se expresa con la palabra SAL– VACION. - ¡Ah!, sí, el catequista Chaman nos estuvo hablando un día de la salvación, pero no pude en– tenderlo bien. - Quizá no entendiste, porque no atendiste. Es preciso que ahora me estés muy atento. Y tienes ya mi permiso para interrumpirme y preguntarme cuando no comprendas algo. No hay cosa peor que dar a entender que se entiende cuando no se en– tiende y, por cobardía o cortedad, dejar sin escla– recer palabras o conceptos, cuya comprensión puede ser imprescindible para entender lo que viene detrás. *** La palabra SALVACION, primariamente, tiene un sentido negativo, un sentido de fuga, de defensa, de liberación de cualquier mal. Como salvarse de una trampa, de una derrota, de un incendio, de perecer ahogado, de ser encarcelado, etc., etc. La acepción más corriente -y, desde luego, la más 14

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz