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a ser del todo ,conformes a ella y a su divino Hijo. b) Francisco sabía esto por haberlo él mismo experimentado. En ,el santuario de la Madre de Dios, nuestra Señora de íos ,Angeles, hrubia re– ci,bido La última aiclaradón acevca 1de su voca– ción y habta arraigado inte,riormente siempre m~s pondo en el espíritu de ,esta vocaición. «A!quí~escribe el Seráfico Doctor----,,dirigia ince– santes súpJicas a la que tuvo la dicha de engen– drar ,al Verbo Heno de grada y ,d.e verdaid, ·rogán– dole se digna;se hacer con él oftcios 1die poderosa abC>gaicLa, ry. logró al fin ,por los méritos de la Madre de las nl,isericordias, concebir en su alma el. espi,ritu .de l::i. más alta perfección. evangé– Hca» 46 • /1 ,la Porciúncu~a .Uevó Fr¡mcisco su.s primeros fraUes y a, Cla,ra, su primera hija ,espi-. ritual, para ,qµe también ellos vecibj,eran aquí el nuevo espíritu por mediación de la Madre de Dios. «Mi como en aquel lugar-escribe otra vez San Buenaventura~y por los méritos de la bienav,enturada Vivgen Maria, ihabia ·tenido su principio la Orden de ¡ytenores, así también allí mismo ,querta que recibtesen ,con los auxilios de la bendita Madre de Dios,, sus primeros progresos y aumentos en la virtud». ~ 7 .• Precis.amfnte por e.sta causa Francisco amruba .:rpás es;te t,emplo que todos los lugares del mundo. Aquí ,se reti– ra;ba ·,como a la cunia de la Orden y a su sombra queria ,e}l;pirar.. Ya moribundo encomendó la Povciúncula a 1a .custodia de sus franes, que nunca debían dejarse ,exipulsar de este santuario de la Madr,e 1 de Dios. 48 • .e) )?or estos mi,smos motivos Francisco im– primió ,a toda su pi,edad un carácter fuertemen– te mariano. Rezaba diariamente el Oficio de - 92 -