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tab:a no sólo «la palabra de Cristo», sino ,Cristo misq;no. , . . _ .. . ,. ,APl,ICACJ:ÓN.-¿Puede darse modelo ms hermo,:– so para nuestra ,comunidad ,conventual? .lJ'!n este ideal pensaba nuestro :Padre San Francisco al llamarnos «Frailes l\ftmore1S» y cuando en el capí,tulo ,.sexto de la Regla nos pedía un amor mutuo más tierno y más fuerte aún ,que el rumor de la madre. En este ideal piensan también nuestras Constituciones cuando ,escriben: <<Los fr~ilé& reunid-Os en nombre rj,eI dulcísimo Je.sús, fol'men un solo ,corazón y una sol.a .alma.. :, .. y para que se.an: verdaderos discípul9s 1de Cristo, á:n:i,ense de todo cor:azém, sobrelleve!Il. ,gus defecto¡; r,eciprocamente y ejercítense ,de co11ti~u.o en el amor divino y en la ,caridrud fra,ter,na; pr(),c.¡¡rer;i darse buen ,ejemplo ,mutuamente y tan, :lhi.én• a J.ns cte,más, haciéndose v:io~encia para sujetá,F siis w•ciOsa.s incUnaciones» (113). Esforcémonos.en serio, cada uno personalmen:– te, superiores ry subordinados, por realizar. este ideal, aun cuand.o ,eJlo. nos exiJ,a. mía lu,cha pe-r– mam·ente contra. nuestras malas inclinaciones. Fomentemos en nuestros ,cemve:t;1tos un e.spíri'.ty de familia realmente franciscano. :Nuestra s~tá prpfeisión no significó un arrancar ide raíz, ...sin,o una .trasplantación.. El individuo, pues, de,~ e;ncGntrar en ~l convento una ubérrima eomptn.– s¡,¡,ci(m por la f,eUcidad famili.ar dejada ,en ~l mundo y a la cual ha renunciado.• J¡:sto foment?, la alegría del trabajo y la observan,cia regular más que pueden hac,erlo todas -las µresc:ripcio.– nes;, hace·. buscar .el· ,descanso entre lfia ,cohemna– no,s ,en v,ez. d-e1 locutorio, Cy ,nos i'ortifiéa en )as pruebas y tri;bul;adones cor.nunes., , · ,, Ojal~ pod;;i,mo~1dedr tambi-én ,d,e nuestra ·1,no-