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b) Con la profesión en la 0:11Cien capuchina nos hemos eomprometido a observar la santa Re– gla, según ;Jas ,Constituciones capuchinas. Estas se remontan ,en lo su~tancial a las con~titucio:– nes compuestas por Bernardino de Asti .y apro– badas por el Capí.tulo General. de _1536. 4 º. La. idea que dió origen a la reforma ,capu– china fué la -restam,:ación d,e 1,a primitiva vida franciscana rpor medio de la fi'Cl!elísima imita– ción de San Francisco 41 • :Esta Wea domina ,en las.Oonstituieiones deil prime:rq al último de .sus renglones. Quier,en realmente, como se dice én el prólogo, que a 'la Orden <<sirvan ,como de muro paria def,enderse contra todos los ;enemigos del espíritu vivifi.cante de Nuestro Señor ,Jesucristo y para ccms,ervarse lejos .de toda r,elajación opuesta al ferventísimo ,celo de nuestro Padre San Franci,sco». Aun en su forma actual las Constituciones 1están penetradas de la misma santa unción y del mismo hálito del espíritu seráfico, que cara.eterizaba .¡ya a las primeras Oonsti,tuciones y que r1e1co:rdal:Ja los primeros tiempos de·oro de la Orden seráfica 42 •. Eisto mis– mo ha reconocido ,con. suma admiracíón y esti– mado con veneración la S,agr,ad:1:t (~ongregadón de Religiosos ,que presentó a,l Santo Padre para su aprobadón nuestras Constituciones reforma– das conforme al nuevo Derecho. Canónico 43 • Sin embargo, elsurpremo homenaje a nuestras Cons– tituciones, en cierto modo una apr:0bació:p. por boca divina, son los sie~.,Sant.os ry doce Beatos, a quienes la Igle.sia ha otorgado sol~nmemente el honor de los 'altares. APLICACIÓN.-l'odemos cumplir fte~mente has– ta en lo mínimo todas las obligaciones ,que nos imponen los votos y la Regla; pero con esto .aún