BCCCAP00000000000000000001350

tos Padres vteron en eJla una referencia a la unión nupcia1 que Cristo quería con,traer en el reino de Dios con la Iglesia y ·con cada alma humana (v. Os., 2, 21 s.; Mat., 9, 15; 22, 2), y que·debia ,encontrar su e_x¡presión visible y su más alta •perfección en el sacramento de su omnipo-, tencia y amor, en el vino y pan milagrosos de la saicratísima Eucaristía. Precisamente po;r esto el milagro de las bodas de Caná, 1de ordinario en unión con la milagrosa multip.lica,ción de los pa– nes, ,es una de las repr.esentaciones .·más pref;e,– ridas por el antiguo arte cristiano 4 • APL;rcAcróN.-¡Qué sublime es formar parte.·deJ séquito de un señor tan potente como bono.a'" do,so ! ¡C'on qué magnánimo y gieneroso amor de"'. bemos servirle! Magnanimi,ctad y generosidad son precisamente notas · <ea,mcterísticamente franciscanas del amor y de la imitación de Cris– to; Nuestro santo Padre ha puesto al s,ervicio de Cristo todo ,el car¡tcter caballeresco quele era propio por naturaleza. «No serías caballero de Cristo si no te pudteras dominan, se de•cía en e.l primer encuentro después !de su conversión con el leproso 5 • Y die, aquí en adelante así se repetía si,empre que tenía que emprender algo dificulto– so por el Señor. «.Ardiendo en amor divino~s– cribe Oelano-tenidía .siempre su mano a lo heroi– co» 6 • ¿Y nosotros? ¡Cuántas veces nos entrete- - nemos en vanas ponderaciones solamente para no hacer demasiado en servicio de Cristo, para no ,e:J!!c,eder ,el límite de lo rigurosamente obliga– do! Pero no nos dejemos avergonzar por -el he– roísmo de los hijos del· mundo en e,1 servicio de un señor terreno. También a nosotros, como a nuestro Padre Ban Francisco, cuando aún soña– ba con los servicios caballerescos terrenos, pre- - 55-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz