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concesiones a la ,concupiscerrcia de la -carne. al querer gozar. · Cuando un capuchino está solamente atento a forj,arse e;n •cuan.to sea pQSible una vi4a d~~– moda y d{l!Uc1osa., ~ntonces tiené que perder, ,qaüc1¡ dia más ,el gusto •al trabajo serio. a las austerida– des, a los ejer-ciciQS r,etligiosoa, y al retiro óe la vida -convetual, y e~ 1~ mismas pi;9POrci-c>ne& easi siempre se le hacen necesarios la::QOrrespm,¡i~;n– cia, el locu.-torio,•los .recreos y las visit!:1-s al ;tn\l,n– do. Esto Jl-ev!:l, más d,:e una ve~ a ,carifíos; !~1J1J" liaridades e intimidades y todo esto otra ve~La conflictos ·con. _los S.-up.ertgi;es. ¿E~ de extrañar, pues, ,que ;uno . al fin .se despoje del hábito:~Y vuelva. al mundo? APLICACIÓN.-,¡Qué sabia y amorosa preocupa;,,; ción habla ,por ·el ~viso qe nuest;ras "Con&tituci-0- n,es 4e , qu~ 1hµyamos de los placeres del , ,nJ;tmd.o y de no 1 dejarnos domina:r; :otra ,~l!!,d~ ellos •at:m en, las cosas pequeñas! ¡ GuardeinQS· estos avisos y unamos a, ~sto la s-qplica ht1¡miJ,d;e, w,::i;ria, por la magna,,gr~ia .de la -p-erseveraneia ·eP:J la Or,– den ! Tampoco olvidem!JS nunca en nuestra ora-, ción a. -los cohermanos , que han, -sido .infieles. «Así, pu,es, i,1-ermanos mios muyJi!l'lados, m-.mte+– neos firmes, inconmovibles, abundando siemplli'e. en Ja obra del Señor» ([ Cor,, 1·~ 58). «~ fi:d' hasta I_a mu-erte y·te daré -l@> icor:0~a de las:1Vida,1 (:ApOC..¡, 2, 10), <.. r~-!<f:?, PE¡TICIONES.-~on mi Pa,<ire San Francisco·pitio. también yo: ~omnipotente, eterno; justo y mF sericordiOS:Q Dios, concede a nosotros, mi.sera"' bles, la gracia de hacer por Ti lo que sabemos. te agrada, y desear siempre lo que .te place, para que liI;npios interiormente ,e iluminados y :en– cen(j.i-dos con el fuego -del Espíritu Santo, pOda- - 3'74-

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