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Navidad. ¡Cuántas palabras de boca de Jesús, cuántos acontecimientos de su vida, cuántos se– cretos de sus padecimientos pudo haber mani– festado a los Apóstoles, sobre todo a San Juan, en su profundo sentido! Ciertamente su alma agraciada había comprendido todo esto como ningún otro y lo había «guardado y meditado en su corazón'>. Sí, su vida era un comentario a todo esto, y después de la muerte del Señor fué para los .Ap'óstoies y para toda la joy,en Iglesia , el Evangelio vivo, tanto mas eficazmente ,cuanto menos importuno. b) ¿No era esto un apostolado callado, pero grandioso Y' digno die la Reina de los .Apóstoles? ¿No hay en ella un luminoso modelo precisa– mente para nosotros hijos de Francisco? Asi concebía nuestro Padre San Francisco ,el aposto– lado: iluminar y calentar la propia alma 'en la oración por medio ·de ·las .. grandes verdades de la fe y ltrego transmitir la luz y el calor a los demás. Dar forma al Evangelio en la vida pro-' pia. Luego la ·yida :predica más alto que la boca, APLICACIÓN.-Ahora comprendemos por q,ué Francisco reunía siempre de nuevo su ejército ante la Madre de Dios. Ella debía ser para todos, sacerdotes y legos, maestra de apostolado y de apostolado franciscano. ¡Vayamos también nos– otros con gustoy frecuentemente a esta es'.!uela! PUNTO 2. º: NUEJSTRA COOPER,A,DORA CONSIDERACIÓN.-a) Si queremos enc,errar en una palabra e! fin y el contenido de la vida de Maria, tenemosque decir: Cristo. La Iglesia canta en el Prefacio: «Por obra del Espíritu San- - 352 -

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