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bondad. Al lado ct,e -esto estaba -el ejemplo de su propia virtud,, el Evangelio vivido.. ,Afiádase a todo.ello h,oras enteras de ;fecundante orar. ¿Jm resultaid<Lfinal? se le claya en el ignomi– nioso madero q,e la cru~ como blasfemo y albo– rotad.or del pueblo, y l.os pocQs que se habían reunido en torno suyO-Ja, S:agrada Escritura habJa.. de ci:ento v,einte personas--ron como ex– wrmi:n.ados. ~odo parece peirdido, y visto hum,a.– nam-ente, u,nª catástrof~, un ,compl,eto fracaso. Sin •embl:l-fgo, ,este fracaso, fué el máS ruidoso de todos lps .triun;fps: la _:redep.ción <ieÍ mundo. La ieruz •:füJ iel tropo .de :glQI'ia q.el Dios-Riey y los ciento yei.nte .tu,eron la b,ase. del reino de Dios universalmente ,e;¡¡:tendido y sÓbr·eYiviente mile.s de arios, i'Oon cuántá fr~c~c,ia -~. J;ia repetido esto en la vida. d•e la Iglesia y en 1a vida de lo.s gran– des apóstoles! ;El trabajo, la oración y los sa– crificios de años ry decenas de años casi sin éxito palpable, d-estruído de un go1pe lo conse– guido con inmenso trabajo, y, sin embargo, de entre los escombros resurgió una vida nueya floredente. Lo que unos sembrarC>n cC>~ !~gri– mas otros tras ellos J.o. recogieron con gozo, El fracaso humano fué un, gran triunfo de. Dios .. l!ll .misteri-0 de la cruz. ' ,APLICACióN.-¡Trabajemos, oremos y sacri;t!l– quémonos asi Jn,cansablemente por e¡ re:)no de Dios! .i:B~quemps. única. y <iesinteresadamente la gJori¡:1 de DJos y . la salvación de Jas alm~ y esperemos desputs ·cQnfiada . y pactentemente el éxito! Si nos paree-e pobre o de ningún modo lo v,emos, ¿qu.é importa? Tal v-ez este, sacrifi~o asegure ,el ~xito. Dios d,eternlJina él tiempo y la medida de los éxitos externos, El éxito personal