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niildad y pura intención de que .«después de pre– dicar a los otros no resultemos descalificados» (I icor., 9, 27); de que, según las palabras de nuestro l?adre San Francisco, «no nos hallemos en ,el tribunal de Cristo desnudos y vac1os; sin otras gavillas 1que Jas de nuestra propia confu– sión, vergüenza y dolor» 35 • [Qué estímulo hay también en estos pensa-" hlientos para nuestros coristas y hermanos le– gos al canado apostolado del buen ejempl9, de 1-a oración y del sacrificio. Con fr,ecuenc1:a nues– tro Padre San Fráncisco decía a propósito de las palabras de la :Escritura: «Parió la estéril si:ete hijos, y se marchitó '1a que muchos tenia» (I Sam., 2, 5), 1«1la estéril representa al buen r,e~ ligioso, sencillo, humilde, pobre y despr-eciado, que con sus oraciones y virtudes ,edifica sin ce– sar a los dem.ás y los engendra para Dios con gemidos dolorosos» 36 • PUNTO 2. º: E:L FRA:CASO UN EXITO CoNsIDERACIÓN..c-El Salvador durante tres años trabajó absolutamente con todas sus fuerzas por el reino de Dios. ln.cansabl,emente predicó la buena nueva de la mañana a la tarde, y a veces hasta entrada la noehe y durante la no– che entera (Jn., 3). Y la predicó en las sinago– gas, en ,calles y plazas, deséLe la lancha de los pescadores y dondequiera que h 1 allaba hombries, y en un lenguaje que comprendía el pueblo, que hacía quedarse con El días enteros a .millar,es de hombres (lVIt., 15, 32). Además, su· predicación estaba acompañada de hechos milagrosos, de obras del poder dt\l'ino y de su misericordiosa - 347-