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PUNTO 2. 0 : NUESTRO DIVINO. CQLABOR,ADO,R Cé>NSIDERACIÓN.--,El Evangelio de hoy. (L,c.,, S, · 4-15) · contiene la hermosa parábola __ d~Lse!Il– brndor. También con ella quiere hoy .Ja Iglesia estimularnos en nuestro trabajo, por el reino de Dios. Dos pensamientos saiidos de la boca. del Salvador• nos da para el duro. día de. trabajo. '' ,a) No trabajamoo solos. Cristo trapaJa .con n:osótros. ;El ,siembra si-empre · en ·la· ,tierra de nuestra alma la simiente de su :divina palabra, para que allí germine y dé fruto de cien, setenta o• treinta •v-eces más, para .que e;lla. se nos ,con– vierta en,,e'J. ,pan de cada día (Mt., 4, 4) y nos conserve capaces de trabajar. b) Ciertamente que para ello nuestra alma debe-ser>«tierra buena». La: semiJla •él:tvina :pue– de -caer también muy cerca >del cáfiiino hollado donde generalmente- no puede echaí." raíces, y allll ,quedar, en el mismo caminó p'i.soteada y •co– mida por los pájaros. Es el alma indolente/dis– traída y. derramada. ;Puede caer ,en suelo rocóBO, cubierto solamente Lpor una delgada :capa, di:! ti,erra, donde,.,en •efecto, crece rápidamente; pero no puede ,echar. hondas raices, ni tampoco ti,ene humedad y por esto se seca pronto con el calor del sol. Es el alma inconstante y qoe teme ,el sacrificio. Finalmente, puede caer en :tiierra .en la que las .sei;nillas y raíces están ocultas por es– pinas y abrojos que al ,crecer cubren :enteramen– te y ahogan las tiernas plantas. Es el alma do~ minada por inclinaciones y pasiones desorde– nadas. ,APLICACIÓN.~ También el Salvador siembra diariamente en nuestra alma. la semilla de su - 318-