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de extraordinarias demostraciones de benevo– limcia con las. cua1'es fué distinguido por e.l Se– ñor (12, .1-9). Sin embargo, ellas son sólo las primicias, las arras de la gloria celestial que espera y que le consolarán y·mantendrán e~ pie en s:u camino apostólico de sufrimi-entos. así, la Epístola de este día es un comentario s.aca,– do de su yida a las palabras del mü¿mo .Apóstol en .la .Epístola del último domingo:~ «Quieµ se prepara para la lucha .de tQClo se abstiene, y eso para alcanzar una corona corruptiMe, Illas .nos– otros para. alcanzar una incorruptible» - (I Qor., 9, 2 1 5). A:t>LICA<::IÓN.-c-:¿Manifiesta nuestra yida algo,d¡:i este ,espíritu paulino, de este empleo íntega:o d,e, las fuerzas por Cristo,· de este heroico sufrir por El y por su causa? El ejemplo 1de 1 1 Apóstol de Jas Gent,es nos mues-: tra .precisament~. que los sufrilllj..~ntos son ,el combate má¡, eficaz y el. trabajomás V<l,lioso. en el reino. de rnos, asi -como también Cristo ha venc.i.do y redimido al mundo en la· cruz. De momento ,quizá no se nos ,exijan los 13acri– ficios del Apóstol y por eso tanto más debiera la vista de. su lucha heroica estimularnos, por lo menos, a acrisolamos en los sacrificios de nu-estro quehacer diario capuchino, .en la cruz del trabajo del ofic10 y .de las pruebas del alma y dificultades exteriores enviadas por ..Dios. · · Estos sacrificios del día de. trabajo nos adies– tran además para los sacrificios heroicos, ·si Dios los ,quisiera de nosotros; -' 317 -