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les. <<El predi,cador-decía-'-, en primer lugar, debe empaparse en la oración secr,eta de lo que des:pµés intenta 1d!esparramar en los· sagrados sermones, Primero (J.,ebe calentar.se en su interior antes que profer_j.r palabras sin fm:!go» 37 • Por con&iguiente, nuestras Constituciones c.o– rresponden enteramente al espíritu d.e nuestro Padre al exhortar a los predicadores: «if>ara ,que pr,edicando a otros no se pierdan ellos, cte)en de cuando en cuando elbullicio de los :pueblos y vuélvan.se .. ::i.. Ja soleda<:l., donde con nuestro dul– císimo Salvador suban al morite de la santa ora– ción . y contemplación. y en él estén. hasta que, llenos de Dios, el impe.tµ <iel Espíritu Sa11to los mueva a d,.erramar sobre el mundo la gracia di– vina, procurando inflamarse como serafines en et divino amor, para que estando ellos bien en.,. cendidos y abra,sados, enciendan y abrasen a los dJemá.s» (209). ¡Cuidemos nosotros también fielmente y con ahinco de la oración interior en interés de nues– tro apostolado! :Nuestro Padre Q,e:neral .nonato de Welle. escribió estas graves .Pa1allr.as: «Todo pr-edicador que reduce su vida ,de oración .. a la celebración de l.a rni,sa y •al rezo del Breviario, mer,ecía ser suspendido de.I oficio de pr•edica– dor» " 18 • Gondi-ción e¡;;encial de .todo apostolado fmc– tífero es la plenitud divina en .la propia alma, que se adqu,i.ere en el callado trato ,con Dios. Por eso, segJÍ!l el testimonio de} cronista, la.s palabras ocasionales y senci}la,s de. los primeros hermanos ,capuchinos, han obrado mu,chas. ye– ces más que los sermones ,de los Padres 39 • ¿No se ha repetido también esto en nuestrQ santo fray Conrado? - 305-