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ebrio de espíritu delante de él para poder reali .. zar más pronto su propósito» 20 • Sin embargo, una ,enfermedad que le atacó en España le obligó de nuevo a re,gresar. Pero .su ardiente celo no le hizo perder el áni– mo, y en el año 1219 se encaminó a Damieta, en Egipto, donde el ejército cruzado 'luchaba contra los sarracenos. Despreciando la muerte, valerosamente fué al ,campamento enemigo y en medio, de insultos y malos tratos se le ,condujo a pnesencia del sultán. Con todo el arq.or y fuer:– za maravillosa die su fe, la humilde suavid~ y dulzura con. que Francisco le habló, impresig.. naron de tal manera al príncipe sarra<::eno,· ,,quf con gusto oyó al siervo de Dios, le ,qui¡SO agasajar espléndidamente, y, por f,in, con todos los ho– nores le hizo volver de nuevo al campamfnto cristiano 21 • Francisco fué entonces a Siria. ~qui le llegaron noticias tan alarmantes sobre Qil:l– turbios en .la Orden, que urgen1lemel'lte solici– taban su regreso. Los años siguientes, b..asta 1223, Francisco e¡;¡-, tuvo ,entera.mente ocupadísimo en. la redacción idie la Regila, y más tard,e las constantes ,enf,er, medades hicieron imposible un nuevo tnter,i.,to de misión. Pero su celo misionero tan ardiente, co:– mo prudente, que a pe.sar ,de los escasos ,resul, tados personaJes le colocan en la serie de 'los grandes apóstoles, .lo infundió en su: Regla y en su Orden para siempre. PUNTO 2.º: FUNDADOR DE LA PRIMERA ORDEN MISIONERA CONSIDERACIÓN.-Cuando Francisco ,comenzó la carrera apostólica con sus primeros ·compañe~ - 290-