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Pront9 desde el Crucifijo de San Damián oyó la orden: <<Francisco, ve y repara mi casa, que, com9 ves, amenaza ruina», e inmediatamente comenzó con toda sencillez a restaurar las · nadas iglesias y capillas de los alrededo e Asis. De ningún modo se le ocurrió 1que Cristo le .Uamaba para la restauración die los 'templos destruídos de las :almas, :para la renovación de toda lá ;Iglesia 6 • Sólo el 24 de febrero de 1209 lo comprendió. E,l Evangelio de la misión de los Apóstoles le aclaró plenamente su propia vocación divina. a la vida y a la predicación apostólicas 7 , y con el equipo d•e los ,&.póstoles, esto es, con la mll.S ·ex– tremada pobreza, «comenzó inmediatamente -como refiere Qelano..,...,,a. predicar en público la penitencia ,con gran;rervor de espiritu y alegría de su alma, causando la mayor ,edificación en -sus oyentes cqn su lenguaje sencUio y su gran– deza de ánimo» 8 • Dios; además, hizo que se Ie uniesen hombres generosos que compartieron con él su vid::¡, y 9l;>ra apostólicas. Sólo una cosa faltaba todayja para compl,etar 1 la vocación di:vi.:.. na: ,el sello y Ia bendición de la Iglesia. El Papa Inocencia n;r otorgó también esto. Después de conveneerse del llamamiento divino. !dijo a la pe,queña grey.: «Id, pues, hermanos, con la ben– dición del Señor y predicad a todos la penitencia como El mismo se digne inspiraros» 9 • ;E; hizo dar la tonsura a Ios doce, incorporándolos así al estado cleri<cal, al ,que únicamente correspon– día el ejercicio de la predicación propiamente dfoha. Oon ,esto la llamada divina al apostolado fué un hecho tan claro que ya ninguna cosa pudo inducirle a error. «Consideremos, hermanos ca-, -284-

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