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piritua1es y sagrados muy valiosos: instruccio.,. nes, avisos, correcciones, buenos ej,emplos, estí– mulo 1a 1a actividad ,personal Y, en último térmi– no, al descanso común, y, por fin, a la oración 11 • La comunidad reclama; en verdad, cierta sa– graida. y espiritual ,comunidad de bien€s, un mu– tuo intercambio de bienes y valores.· espiritu,aJ.es y siagraidos. El fervor 1de uno suple Ias imperf,ec-. clones del otro; ,el progreso de ,cada uno rndun– da de alguna manera ,en beneficio de todos. La comunidad conventual ,es ciertamente a-lgo más que una comunidad de intereses •o 1de trabajo. Es un miembro o:rgánico agr,egado por ,el Espíritu Santo aI organismo sobrenatur,al ,ct,e1 cuerpo de Cristo y. un r:Lo de benefi,cios, movicto por ,e1l amor que corre de la cabeza a los miembros y también de miembro a miembro. Toda comunidad con– ventual es una «comunión de los santos» ,en pe– queño,. ¡Cuántos se ihan 1dado cuenta más que nunca de 1 este benefi.cio al ser arrancados de la colíhuni,dad por la .guerra u .otras causas. ¡Cuán– tos se han alej,ado cmr tal motivo del ideal 11eli– gioso y hasta quizá perdi,eron la vocaci-ón ! ·APLIOACIÓN.-Ciertamente que la vida de co– rnunidadr eXfuge de los im:Mviduos n,,<i> ,pequeños sa– crfücios: renunci<a a .la libertad. ,e independencia, benevolencia •con faltas y debi'lidades, conside~ ración para las singularidades y ,carácter de los demás; en pocas pala)bras: una buena :d.osis de despr,endimiento y dominio de sí mismo,. Sin embargo, estos•. sacrifi.cto,s son· el•· pre,cio de ,0om– pra d,el tesoro oculto en el 0ampo y de la perla preciosa (Mt., 13, 44-46), que• no sólo deben ser considerados como imagen del reino ,de Dios, sino también del estrudo religioso. ,Estos sacrificios son pr,ec:i:samente la •causa de. nu,estro ,cr,eci.mientd in- - 28 -