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homs y, finalmente, el .morir en la más profun– da ignominia y en el .más -extremo d:esamparo. Por las almas fUé la útima gota Jde sangre que corrió d·e su corazón atravesado. Por las a'lmas fué la .mística perp~tuación :,de su misma pasión y muerte en el sacrificio Eucarístico y su fecun– didaid en las siete fuent,es de gracias de los san– tos sacramentos. Realmente se ha agotado el amor de' Cristo por las almas, Sll; · ,preoc,mpación por $alyi¡l.rlas: «¿Qué más podía yo hacer J)Or mi viña que no lQ hiciera?» (Is,,fi, 4). ..,, · ... , . • APLICACIÓN.-Sf un .. verdadero amor ª1 amigo COt,lSiste en s~r uno ,~on. él en 'el querer: y amar, ¿podría darse verdadéro amor·•al Salvador sin el celo por• las _almas? 1 •. , «La preocupacióIJ. por los hermanos-escribe a este propósito San Crisóstom0----.es la prueba más fuerte del amor a Cristo.» En este :amor radicaba ,el ardiente celo de todos los grandes apóstoles. Así, San Pablo asegura a los corintios: «De muy .buena gana gs,staré y me desgastaré hasta agotarme por vuestra alma» (Il Cor:, 12, 15). Y San Crisóstomo •exclama así ~n ut,10 de si;i.s sermones: «Quisiera mil veces sacrificar la luz de mis ojos si con esto pudiera convertir vnestras almas. ¿De qué me sirv,en los .rayos de,l sol, si ,el dolor que me causa la pérdida de vuestras almas cubre mis.ojos de oscuridad? Gustoso daré cuen– ta a Dios con tal que os salvéis.. GustosQ -cargaré con la responsabilidad con tal que os pueda sal-, var, pues sois mi, todo: mi padre y mi madre, mis hermanos e J;lijos.» El amor de Cristo fué también lo 1que .empujó a nuestro Padre San Francisco por ,el can;tino del. apostolado, aunque personalmente siempre - -278 -