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SEPTU A GE SIMA DOMINGO DE SEPTUAGESIMA IRESUMEN.-En ef umbral de la antecuaresma, con– sideraremos la siena invitación que nos hace la Igle·..: sía. Punto 1. 0 : ¡A luchrur! :punto 2. 0 : ¡A triabaj.ar ! Nuestra :r:esolución será: 1. 0 , eoITesponder fielmente a la gracia por medio de una lucha decidida. y un trabajo incansable por el rei:no de Dios en nosotros y en torno nuestro; 2. 0 , considerarnos, no obstante esto, como siervos in'C4tiles que solamente cumtp1en con su obligación y que enteramente dependen de la .grac4'l, y bondoo de Dios. SERIA INVITACION Los domingos después de la Epifanía eran una conclusión gradual del tiempo alegre de Navi– dad. Los tres domingos siguientes son •como una resonancia del ciclo pascual. la 1antecuaresma. Por eso ,enmudecen los cantos del Alleluya y el Gloria, ,el ,color litúrgico ,es ya el de penitencia, y hasta el ,contenido 1i túrgico ·de ·estos tres do– mingos tiene más íntima relación ,con la Cua– resma que con la liturgia de los domingos des– pués de la Epifanía. Hoy l:a lglesia nos hace la primera invitación - 270 -