BCCCAP00000000000000000001350

para lograr por este camino sus fines egoísbas. El Apóstol amonesta: «No sirviendo al ojo, como buscando agradar a un hombre, sino como sier– vos de Cristo, que cumplen de corazón la vo– luntad de Dios» (Ef., 6, 6). Pero no menos deja sentir la !alta de virtud de la obediencia, quien nunc 1 a se conforma sin an– tes protestar y poner dificuJtade 1 s; qui.en sólo obedece dJe mal humor, de mala gana y con cara avinagrada, y, con mayor razón,. quien a ,espal– das del Superior murmura o se queja. Es también una exigencia de la obediencia con alegre amor, fácilmente descuidada, la puntua– lidad, que no lo retarda todo, que no llega tarde a ninguna parte, ,antes bien, eJecuta tod!as las cosas inmediatamente y .a su debido tiempo, La solicitud y !iel cumplimiento que se esfuer– za por cumplir lo mejor posible las cosas ,enco– mendadas, que de ningún modo deja baldíos sus talentos y energías, sino que más bien se afana por conseguir, el m:1ximo rendimiento para así poder prestar más señala;dos servicios a la Orden y d!efinitivamente a Dios, en cuanto puede, es también una ,exigencia· de la obediencia, la cua[ así ejercitada no disminuye nuestra responsa– bilidad, sino más bien la acrecienta 29 • Sólo \a obediencia con alegre amor ,es digno servicio de Dios, provecho para nosotros y ben– dición para 1 e'l mundo. Solamente ella es verda– dem imitación d:e Cristo y de Francisco. PETICIONES.-¡Padre mío San Francisco, qué lejísimo estoy aún de tu espíritu de obedi-encia ! Lo confieso avergonzado y me arrepiento. ¡J\_yú– darne, pues estoy de nuevo decidido a cumplir la santa voluntad de Dios con filial sencillez y alegre amor! - 262 -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz