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S,ajé;r:i,, ,camit:1.aba _ animoso _delante de sus _discí– pulo.s. cuando ya la hora de la ;Fasión no podia hacerse, ,espe:pÚ: {Me., JO" 32). ;por -ieso, después - - de la :dura agoní¡i ,ep, -el Huert_o d-e_ los Olivos dijo aque}l,as -cat,egóri:cas pa¡ªbras: «Levantaos, v;~-Q:s,» (Mt., 2:6, ,4:6). -- i - ;li;Sto-esJa Qbediencü}, co11 _alegre amor que está a sus. ;a,nchas cop, Jo. dificultoso del _mandato y amwqsamente, lo ti>ma a su ·cargo. - ,b1, .. Tambiéiil Ja,,obediencia de nuestro Padre San Fr:ancispo,,e-staba :animada por su amor di– vino., 0<>mo _ «renuneia _ a·:Il:lt propia voluntad por amo,r,_ 4e Dios» .,califica en.. su Regla, ,el voto~ de Ql;>etUe'l:~,Óia, Por eso-' había; en - su obediencia la ra,d.íante _alegría q1,Le ,glori!icaba y resp1'andecía sobre-~u vi:da eµt~;ra, y,, según · las palaibras dre Oelano, e_n el- último-. ac.toc de obe<Uenda. ya en elAecho. ,de .m11e1:t;e,-_Je ha;cia ~gozar y llenarse d~ ,alegr~a sª• -coramn» 2 /1-,:· > e _ _ _ -1µ>X:1~~IÓN;~lllllp1imos el voto dre Opediencia ~on ~a ,ejecu,ci(m ¡e~terna:d~ lo orde:naido. El es– pírit;u,; de obedle-n-cia h~e - que nru:; ,;fijemos más allá d-e la -f}cl§Jl<l:ad externa,_ en el •carácter in– terno; h~e 'Ciel- '.CUII;J.;plinüento- de la ,o,bedieneia lo que'.flebe ser; ~gún el:ejemplo de Cristo y de San Franci3co: un alegre seryicio de Dios, ani– mado por :el _¡µnor. ,, Pe>r e.!!Q_ al e~íritu de obedi~ncia se opone -un irrefle,xiyo cQbrar y acompañar a Io-s demás. El verdadero ob~iente no ,es ningún débil. sin per~ sonaUdad. _o apático hombre gregario, su obe– decer ,e,s una acción moral guiada por-la «buena voluntad».. - -Más opuesta aún al espíritu de obediencia es l_a adulación que con su ductilidad sólo busca ser un «hijo mimado> de los superiores, tal v,ez - 261-