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que distinguir el voto die obediencia del espíritu de. obediencia, En virtud del voto d•e obediencia tenemos que obedecer al ;P'apa, a Iaa Congregación de :Religio– sos, :al (P. General, al P. Provincial,• a sus comi– sion:ados y oo.emás al ~uperior del convento, y, en su, ausencia, a su vicarió, cuando ~mandan. f-0rmalin.ente». Y esto, en todo lo que no es •CO'll-' tra un :tnan-damiento de Dios, o, e:a todo .aquello que los Superior,es manden, no hay nada ~ntra un pree-epto de la Iglesia, contra Jta Regla, oons~ titucionés y Ordenaciones de los Caj;)ítulos Ge-, nerales;'que -están dadas pl:l,ra :1a .conservación de•-1a pureza de la Regla. La transgresión de un prooepta f ormál de obefil:en.cia dentro de este. mateo es, como,:taJ11>ecado,. al.ruenos ,en sentido lato, .:un sactlJ;egiio, grave- o .venlia;J! ,isegún: la intención del que manda o según la importancia de lo mandado. ;El espíritu de obediencia, como :n:os lo mues– tran Cristo y San Francisco, no s9lo es fiel al voto, hace más. cumple todo lo claramente ,co– nocido a.'únque 110 .haya una manifestación de . la voluntad de :los superiotes ,·obligatoria bajo pecado, ,como, por ,e,j,emplo, todo lo -que se con– tiene en la-s constituciones, Ordenaciones de los Capítulos ,Genet-áles, Ordenacioñes provinciales, horario • conventual, ,costumbres autori21adas y recomendadas, · o en casos partieul'á.re.s es ma– nifestad@ por el Superior, El que está animado por el espiiitu de obe– diencia obedece hasta en las 'cosas mínimas, aun en aquello que le' es dificultoso ,o desagradable. Y obedece ciegamenté, sin preguntar primero los motivos de los Superiores, o al menos sin;ha– cei< dependiente su obediencia del cónocimiento -259 -

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