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PUNTO J.°: OB;Iill)IEN:CIA REDENTO.R.A DE CRISTO "' CONSIDERACIÓN.---'Con la pobreza y la virgm1- dad, y aún m~s, también :fué la obediencia no un asunto puramente personal de Cristo, sino de importancia decis;ya p¡:¡,ra toda la humanidad. a), El pecado de ,Adán 'fué esencialmente una orgunosa desobe,füencia. Dios haibía destinado a Adán,. sin ningún mérito suyo, sino por una be- 11e-Voíeiicrá' 1 enteram-e;nte gratu:ita, a :1a participa– ció,:i;i, más ,allá q:~· 'su·. ser natural; en su vida, tld– vina. Esta· be:névolehcia divin,a ..s.tgniilcaba. para el :homb~~.uña elevación iilimagiµaJ;He, se,r · M-: nütido a J~, gloria de 'Dios y con e,:;to n.ati.iraI– mente también, a ,la renunráa a ',¡!:l ; glorta ·pura-: mente. humana, al ,que.rer bastars~ /a sí misino. · La ,exaltMión a la-nobleza o al principado im– plica renunciar a la simple burguesía. Adán debía, pues, como el primero de su especie, como cabeza de la humanidad, dar su consentimiento seg1í:i1 Íos ·. ttes'eós 'de Dios 'a 'las: dos• cosás; .. a la elevación y a la renuncia, lo cual sería decisivo y dHinitivo !p'a:ra su. especi,e, :para la humantdad entéra.' • · · ' Este ,consentimiento debía darle rindlénd0s,e htirilildemente a.: una prohibición, para la que, a.sirtiisméí humanamente,.ino existían razones vi<;;¡ sí-bles·, 'Y détrás· de la cual estaba, también .mise;. riéordiósámenté' oculta, la. voluntad personal li..: bre d'é iDios, :eómo d!etrás de la misma -elevación milagrosa. ,A:si correspondía a la ,sabiduría. dé Dios soberano: · ''P,ero Adán no dió este consentimiento; no se dóB4iegó a ·la :proihibición, sino que presuntuosa– mente pidió razones donde sólo era oportuna