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·El amor a la virginal Madre ct'e Dios: además del amor a la madre corporal y a fa hermana; es. el.úl :lico amora. un ..ser. femenill·º•.. al que 0 po~ demos entregarnos de todo corazófr sin ,que nÜb.– ca tengamos •que temer un Pesbá:1ón, ufü{:i>rfü'fi. .? nación. El solamente puede levantarnos y :enno.; bI~cernos .ITlás que quisier~: todü el amor· térnilio, y teje por nol3otros uria ~oióna eh torno dé fa frente ..cte cada mujér,·. a. Ia hermana, ,cté<~~ueg.z: tra amada Señora». Con una ·.tierna. verietaeión a María son infomlpafü;t,'1es 1 1os bajo,s séntimien- tos· 'y u11a ,éorictucta:·ff:réspetuósa corl'}á· mu}ei\' La. expedencla lÓ :eémflrnia, po1Fámhas pártes.; , • Si, pue~, el'continuo mífar"a fa a~güs:ta tní~.; gen de la hiu}er nos ,eíévifa las álturai, lcuanto mas lit bondadosa níaríó maternal de María que se exUende hacia nosoLros ! PUN'PG 2~º: 'lMM)~E AUXILTADORA 'Í..IiENA' BE BONÍ>AiD · CONSIDERACIÓN.-a) NosótróS§acerdotes expe;– rimetlfamos, qué pr.ecisaménte los hombres Y lbs neófitos muestran úna pré'.diS:posición espe:cial para Ia veneración a la Madre de Diós,'.fümtan con· entusiasmo particular las melodías mat1h– nas, y hacen con profunda emoción y calor la consagración a .Maria. ·• No·· es sóló •el :ideal de pureza virginal'lO· que ·ios. atr1Ve/ siho también el id•eal de bondad ínaterriaL Hombr.e y neófito experimentan ahora wdo,é1 peso de la lucha mo– ral y muchas veces támbién basta.ni€ su debi– lidad en ésta 1.ucha; Por eso sll ansia de un amor y solicitud profUndam.ente comprensible y compasivo, como solamente •es Í)ropio de la 8