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y depravada naturaleza. De aquí, sobre todo, su prudente recato. Su hablar eon las mujeres s,e limitaba, como dice Celano, «a _un breve consejo» • 24 • s,e .inte.– r,rumpía y callaba ante• las habladoras. Lo,que tenía :que ,ciecir lo hablaba •en voz alta para que de todos pudiera ser üí:o.o. ,Ern tan modesto en sus miradas que. confesó: <<De n;i::ng$1,l;\, mujer podría rnc-0nocer .la fisonomia, si '1a,:m.irase, sino sólo de dos» 25 • • / ·:Este casto· retraimiento ·de ngestro•iPadre . t,e,., níasu.fun,di:i,rnento en.un sa,nto respeto y en.su espíritu cabaRereooo ,pan,1, con !()ruto, el Esposo de las a.:lmas: Por -eso <;ieclara: «¿ Qll:ién no ternec– rá a la ¡espo.s,a deCristo?t> 26 • Y, decla:r:a esta,.8'jé)n-: tencia con. la paráibola:,deLi:ey qnfl ,envió, d;9s mensajeros. a la,rej;tiJ:J;, 27 :n'Tia.mbiénrQ(J:U lM ~<Her- , man11s Po!)res de San L>amiáJ:1->>, a pe\$¡'\,r de ser sus ,biJa,s, espirituales, gua,,1dó Fráncj,sco este .• re.s-. pe tu oso .retraimiento, ··,, , Si~1 :eP.J}Jaygo, t);Qll, estq 11n~a .,él una, soncúud sumamente amor()sa, q1;1,e ar1w 1norieµnd,o renca~ recfa Jlr sus fra,il~s 28 , y.. aJ ,mismo tjempo, u:ri pwo.,. fllll 1 <;l,o 0,gradecimiento por ·los i:>eneficios :reci– bidos, como lo atestiguan sus rela ,cion.es con Ja– coba de Setessoli, «,i,gu¡:¡;lmente insigne en .no– b}eza. que .. ~n sa:nti,d¡,µi~ 29. Todo esto es un ejeJilpJo par!l, p,Qsotros. PUN'l:'O 2.º: JL DISCIPU;LO l}E F;R,ANCI~OO · YLA. ?viDJ"E:R, • CoNSIDERACIÓN.~a) En primer lugar· tamtiién para nosotrós ,está indicado un pruflente retrai– miento,· Es convenioote en interés 'de nuestra -211 -