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se fortifica, según pensaba la antigua escuela, o que la fortificadón .de la voluntad se 9as:a en ,que todo saciifi-cio da un nuevo y más tuerte impulso para un _sacrificio mayoli, como admi,te la moderna psicología; sea como sea, permanece el hecho indiscutible: que toda victoria sobre la naturaleza sensible, facilita también la victo– ria sobre el apetito sensual 17 . Por consiguiente, la razón y la experiencia responden afirmativamente a esta proposición: «La castidad vive del sacrificio», por muy di– versos que individualmente puedan ser f.stos sa- crificios. · ·· · · · ' APLICACIÓN.·- N:uestro Padre . San Francisco trató tan rigurosamente a su ..«hermano cuerpo~ que en la hora de la. muerte se creyó {m el deh.er de pedirle· perdón 18,. :Por medio de esta. rigurosá penitencia. quería tener definitivamente sujeta su ,carne al es:piritu. cuando .a pesar de ello se rebelaba, echaba: mano de durísimas medidas,: se azotaba hasta ,sangrar o se arrojaba ,en: lo profundo de la nieve 19 •• E:n sus «Palabras de Exhorta.ción» a los frai– les dice : «Hay muchos que ·cuanctlo .pecan o re.,. ciben ,injurias, muchas veces echan la culpa al enemigo o al prójimo. ,Mas no es así, porque cada uno tiene dentro de sí a su enemigo, es de,~ir, a su cuerpo, por medio del cual peca. Y por esto será bi•enaventura,do aquel siervo que. tuviere siempre a ese enemigo ,entregado a su podier, y prudentemente se guardase de él, porque si-esto hicie•re, ningún otro.enemigo visible o invisio{•.@ le puede dañar» 20 • • . También nuestras. Constituciones procuran conservar nuestra. prometida ,castidad por medio de una severa penitencia. Así, la disciplin,a debe - 206 _.

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