BCCCAP00000000000000000001350

nosotros con amor y entusiasmo juveniles 110s hemos alistado con Francisco en el séquito del · Salvador virgen; pero quizá no como Francisco después de una juventud inm3!culada. Si a pesar de ello nuestro santo :Padre temía •continuamen.,. te por su virginidad, si muchas veces· decía:· «Aún puedo tener hijos e hijas, no queráis alabar al no s,eguro» a, ¡con cuánta más razón hemos de temer nosotros! S.ólo un humilde amor de Crist9 es fuerte y da garantía de fidelidad, Sólo la humildad h3ice vigilantes contra la propia car– ne y contra los peligrós ext,eriores. Sólo «a los humildes da Dios su gracia» (I :Pd., 5, 5) .. PETICIONES.--"« ¡Oh Dios, amador y reparador de la inocencia!» 9 , humildemente . te doy gra– cias porque también a mí, aunque indigno, me has llamado a tu imitaición. Con el más humilde amor renuevo mi voto de •castidad.· Conserva y acrecienta en mi este amor humilde, única ga– rantía de mi fidelidad. - 194 -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz