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deza y al, llli.smo tiempo expresiva descripción en -la parábola ,del hijo pródigo (Le., 15, 11-32), en·el,q;elitado encuentro ,con la pública pecadora (Lc;,i7, 3 1 6-70~, con la samaritana (Jn., 4, 1-27) y ,con la mujer adúltera (Jn., 8, 1-11), y la ·pru-: den.te conducta en la resurr,e,cción de la hija de Jairo (Me, 5, 40 s.). Tan intachablé ,es la vida de J,e,sús que ni aun el ciego odio de sus adversarios, que cQn mi;rada penetr~te ,observim .,cada. uno de sus pasos, en niµgún,,casp, se atz,eve a manifestar la. Inás levísima sospecha contra su ,ca $tid.ad. Ni siquie,– ra en la úitim,a sesión ante el tribunal en la que tod.0: se utilwa para acusarle, Asi nos es también ,comprensible que las al– mas castas, viz,genes, sean las favoritas·y confi– dentes ,(:Lel Salvador: Maria, Jo.sé, el Bautista, ..el apóstol san.,Juan y los nifíos.. Pero, además, su luminoso ejemplo y su entusiastica palabra d~bían entusiasmar a las clas.es generosas por la (, !astid.ad s virginidaq.. · ·PUNTO 2.:°: DISCIPULO VIRGI;N:~ CASTO ·(loNSii>ER:ACIÓN.~rancisco no hubiera sido ver– dadero ,cabaUero de Cristo, no ·hUbiera. podido decir que ,estaba ,en todo al s,ervicio, imitación y attJ.<ir de su Salvador, sino hubiera amado tam– bién con entusiasmo la castidad ·virginal. · a) Una juventud no profanada fUé la prepa– ración para ,este casto servicio de Cristo. Después de la gracia divina, sin •duda tuvo ~ue agradecer a la muy acei'tada:educación de su madre, mujer de ejemplar pureza de costum- - 192 -