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PU;NTO l.º: MODELO EYANGELICO CoNSIDERACIÓN.-Para Francisco, en todas· las cosas sirvió de norma el santo Evangelio, el ejemplo de Jesucristo y de los Apostóles. Del Evangelio tomó su ideal de pobreza ry en el Evan– gelio vió ,también resuelta la cuestión del man– tenimiento. a) El Salvador hasta sus treinta años ganó la vida con el trabajo de sus manos. El Hijo de Dios fué tenido por sus compatriotas como «el carpintero» (Me., 6, 3), como el «hijo del car– pintero» (;L\:1t., 13, 55). Los últimos ·años de su victa los dedicó a la anunciación de la buéna nuev;a con la palabra y ,con la acción, yendo infa:ttgable de pueblo en pu,eblo y .desde la ma– ñana hasta la,noche. Por ello recibía. de las bue.,. nas gentes albergue y sustento. A sus discípulos hizo compartir este modo de yida y para el por– venir les ordenó explícitamente: «No llevéis bol– sa, ni aifo_rja, ni calzado... ·En cualquier casa que entréis decid primeramente: La paz sea •en esta casa.,. Permaneced en esa casa, y comed y be– bed lo que os sirvieren, porque •el obrero es digno de su salario»• (Le., 10, 4-'Z). 1 b} Cornfiorme a -esto obraron también los Após– toles. Oomo, su maiestro, marcharon pobres por el murnlo, predi•caron en medio •die indecibles tra– bajos .· y fatigas• y se hicieron. suministrar la co– mida y la bebida y lo que de ordinario ne,cesi– taiban. El .Apóstol de las: gentes vivia, en efe,cto, personalmente del trabajo de sus manos, al que además de la predicación del Evan.g,elio se con– sagra con heroico desinterés (Hech., 20, 3•4). Sin embargo, basándose en el mandato del Señor, expone extensamente su derecho y el de todos - L66,-