BCCCAP00000000000000000001350

tra santa Regla. Su '.importancia .también para nuestra época, y precisamente para hoy. Pudiera ser que nuestro Padre tuviera en cuenta por me– dio de nuevas excepciones las necesidades de los tiempos presentes, pero la prohibición del di– nero como tal segur:amente la pondría de nuevo en la Regla de.su Orden y fa intimaría con la misma y aún mayor energía. Sólo si nosotros vemos;como nos amonestl:!.If nuestras Constitu– ciones, enteramente en conformidad con el sen– tir de nuestro :Padre, en la codi-cia da raíZ de todo mal» (I '.l'im., 6, 10); si «no estimamos la pecunia o el dmero más que el polvo, a:ntes bien lo aborrec,emos y huímos de él como de serpiente venenosa» (86); si estamos convencidos d,e qm~ «está cerca de su ,perdición l:!,qUel fraile que hace del dinero más estimación que del fango» (8,6), sólo ento11ces observaremos fielmente, aun en las actuales circunstancias, la prohibición de 1 l dinero ~ el sentido de nuestro !lanto Padre. PUNTO 2.º: PRACTICA DE LA PROHIBICIO;N D,EL DINERO CQNSIDE!U\CIÓN.~a) Nuestras Constituciones explican primeramente con estas claras palabras la .prohibición del ·dinero en la santa Regla: «Para mejor entender w tener siempre presente lo que ,el Seráfico Padre nos prohibe en el capí-, tulo cuarto·cte la Regla, recordamos a Ios frailes que ,excepto 1en el caso de legítima dispensa, nin– guno puede tener uso o manejo civil del dinero o .pecunia; ,,de tal .manera, que si alguno por su propia autoridad lo procurase, redbi€se o em– please en :prov€cho propio o ajeno, o lo retuviese - 155 -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz