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' desposarse con ella... Hablando de ella a sus hijos, decía que eJla debía ser el camino de la perfección, prenda y arras de. riquezas eter- nas» 49 • • •• La voluntaria y extrema pobrep¡:¡, nos coloca, como ninguna otra cosa, en el :séquito del po– brísimo Hijo de Pios, nos conduce segurísima– mente a la. perfeccíón evangélica y, por consi– guiente, nos da el más infalible •derecho a la eterna herencia de píos con Cristo (Rm., 8, 17). Este era el .fundamento de la inflexib:r:'e lógica de la fe de nuestro Padre. «Por esto-'-:'escrfüe Ce.,. lano-, alegre, ;seguro y co:nfiado, · goiábase de haber vendido al ,ciento por uno las perecederas riquezas del mundo.» b). :Esto debía nacer también a sus frailes en todo tiempo amantes de la 1?0breza y al~gres en la pobr.eza. Por eso ~on ardiente entusiasmo escribe .,en su ~gla: . «Los frailes no se apropien coao. o,l,guna,. ni casa, ni lugar, nt otra cosa, mas así como peregrinos y forasteros en este mundo, sirviendo aa Señor con pobreza y humildad, va– yan por la limosna confiadamente; ni deben avergonzarse, porque el Señor se hizo pobre por nosotros en es·te mundo. Esta es aquella •eminén– cia de la altísima pobreza que ha instituido a vosotros, ,cartsimos hermanos míos, herederos y reyes del reino de los cielos, os ha hecho pobr,es de ,cosas temporales y os ha ensalza.do en virtu– des. Esta sea. vuestra porción, la cual os condu– ce a la tierra de los viviente,s; a la cual, oh muy amados hermanos, totalmente allegándoos, por el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, ninguna otra ,cosa perpetuamente debajo del cie1o queráis tener» (c. 6). ;Estos pensamientos son los que hacían al mis- - 125 -