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MIE.RCOLES DE LA ll'ERCERA SEMANA DIDSPUES DE LA EPIFANIA .RESUMEN.-Trataremos de cononer ·más pr,a,funda– mente el caráctier -distintivo de: ,la ponteza, francis– cana. En efecto, es una pobreza. hunulde, j\sí la vivió San Francisco, el <<Poverello», «pequeño pob11e». Pun.,; to 1. 0 :. Pequeño :a_ sus propios ojos. Punto 2, 0 :;,-Sumiso como un niño. Nuestra r-e~olucióL1 será: 1-°, guar– darnos en nuestl"!a :pobneza de la vanidad. y presun.1. ción f.ar.isaica; ant·es bfon, ponernos en el último lu– gar' eh la. iglesia; 2 1• 0 , subordinarfios hum.ildeménte a la 'áutorid•ad eclesiástica -en todas :fas: ciosas, pero sobre todo eo el apostolado.° POBREZA HUMILDE Nuestro Padre se llama el <<PObrecmo», de Asís. «Es ci·ertamente~como di-ce Bossuet-eI más ferviente y entusiasta eriamorndo de l'a pobre– za», que nunca vió la Iglesia. Sin ,embargo, la versión española no re,pr-0duce el' pleno sentido del i taEano «Povere}lo» .~ Fiélmente ·traducido de.:.. bía decirse <<el i)equeño; amádo :pobr•e». Sólo' ,con esto está enter:lllfente · :ciaracterizaldó nuestro santo fundador y sólo ,con esto se descu•br,e el pleno distintivo. de su pobreza libremente elegi– da. Era uná pobreza humilde. El pobre Fran– ci&co ,eta peqúeño a sus propios ojos y su'm.iso como un niño. -~ 115 -