BCCCAP00000000000000000001350
júbilo y con ardiente a.cc1on de gracias a Pios, Francisco confiesa que nunca había sido infiel a su querida esposa, la pol;)reza 26 • Luego se hace despojar ,del pobre hábito prestado y colocar so– ore la desnuda. U.erra. De este mqdo esp,era; .por decirlo así, en brazos de su adoradca ·esposa, a la hermana muerte. Tanto ,en su vida como en su muerte es en verdad la imagen más fiel del Salvador pobre. APLICACIÓN .-Nosotros hemos hecho voto de po– ..breza franciscana. Muchas cosas de la primitiva ·práctica franciscana han desapareci,do, algunas con la bendición de la Iglesia y otras debido a las circunstancias y necesidades de los tiempos. P,ero nada podía desaparecer ,en la Orden del amor de esposo a la pobreza. Su desaparición sig– nificaría la apostasía de San Francisco. Esto tie– ne aplicación sobre todo para nosotros los capu– chinos. ;Nuestr.a. reforma en su origen fué, ante todo, una vuelta a la primitiva pohre:r;,a francis– cana 27 • Precisamente con relación a la pobreza tienen valor las graves palabras a,e, nuestro Padre General, Clemente de Milwaukee: «Desfiguratda la na,turaleza íntima del Capuchino, resultaría vano y falaz nuestro género de vida en el seno de la Iglesia y a la vez sería inútil para e·l mundo» 28 • Tomemos a pecho nosotros que, según pala– bras de nuestras Constituciones, «hemos ,elegido seguir más de cerca a Cristo, espejo sin mancha, por el camino de la altísima pobreza» (118), la enérgica amonestación : «Porque la altísima po– breza fué esposa amadísima de Cristo Hijo de Dios y de su humilde siervo Han Francisco nues– tro Pádre, deben pensar los frailes •que no se puede quebrantar sin que sumamente se des- - 113 -
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz