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hecho sordo a las palabras del EvangeUo--'con– cluye Celano su rela,to-, sino que, por el con– trario, reteniéndolas con laudable tenacidad· en su mente, procuraba practicarlas con su:ina dili– gencia». e) En este hecho se echa de ver ya cómo Francisco ,entendía «la vida .según la forma del santo Evangelio» a la que el Señor le había lla– mado 5. El comprende el Evangelio, según una eXipre– sión de su Testamento, «sencilla y puramente». BenciJlamente.,.· esto es, sín interpretaciones que aminoren y desvirtúen las palábras divinas, sin que. el pensar y juzgar, el obrár y_ cambiar, J:es quite su fuer~a transforn1a:Ciora: Purame11te, esto es,. querer · también opQii~r las exigencias :<}el Evangelio al pensary·jllzgar ,del µombre natural, y a las aspi_tacion~es d,el yo. El.modo cómo Fran~ r.il :;.r.o Pnym<'!ía y ~Jecut,aha P,lEvanieliq de la, w,~ sión de los .Apósto1 1 es és un áéertado ejempló de esto. Además, _¡ya que el Evangelio se realizó. lla:&ta · en lo .mínimo. en la persona. y vida del Salvª4or, el «vivir según la forma .del santo Evange-Uo>>, significa también para.Francisco: «seguir. las hueilas ,de nuestro Señor Jesucristo». AsLlo de:.. clara él mismo cuantas. veces habla del ideal de su vocación: en 1a Regla de 1221 (v.. 2.º), en. .su carta al Capítulo General, a fray León y a todos los fieles. Pero esta imitación del-Salvador ,es-también para Francisco la imitación qe ·un alma amante como respuesta al. amor d,:e Píos hacia nosotros hecho visible en Cristo. Oelano escribe de él: «:Con· todo el f,ervor de: su corazón bus,caba sé- - 103-