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54 P. David de la Calzada 140 ¡Cuidado con el sopor y la somnolencia que la di– gestión y el calor pueden ocasionar! Basta sólo un ins– tante, y ¡el tortazo!. .. Combate esa somnolencia con el café, el tabaco, la conversación o con lo que sea, pero no te duermas. Como tantos otros, podrías des– pertar en la eternidad ... 141 El que es prudente conduciendo, puede caer, porque a lo mejor no lo son los otros que encuentra en la ca– rretera. Pero el que habitualmente es imprudente, ese cae ... , que no se haga ilusiones. Más tarde o más pron– to, quedará tendido en el asfalto. El mismo, con su insensatez, está firmando su sentencia de muerte... 142 Bajo el título «La velocidad», anda rodando por los calendarios un chiste que dice: «Un joven que acaba de comprarse un coche muy potente hace excursiones con él corriendo a velocida– des vertiginosas. Los amigos le reprochan su teme– ridad. -¿Qué pretendes con eso? -le dicen-. ¿Por qué corres así? -Pues corro así porque quiero ver el mundo... -Pero, ¿qué mundo? ¿Este, o el otro?». Parece que hay muchos que tienen prisa por ver el otro mundo, por asomarse a la sepultura para ver qué es lo que hay al otro 1·ado. Tristemente el automó– vil puede ser un acelerador para llegar antes el cemen– terio ... 143 Consejo del Cardenal Cushing a los conductores: « Haced una oración cada vez que salís de viaje para