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«Stop• a la muerte 47 de esperanza cristiana. He aquí una en verso que los Obispos han enriquecido con indulgencias: · «El camino sea en paz, / los caminantes, de amor; Santa María nos guíe / en el nombre del Señor, y el camino que hoy hacemos / nos enseñe otro mejor• (Nicolás Sánchez) 121 ¿Más oraciones para los que viajan? He aquí otra, también en verso: «Señor que nos llevas, / haz la caridad: Bendice al que guía, / a los que se quedan y a los que se v'an» (N. Sánchez). 122 Habla Pablo VI a los conductores y 1.es dice: «Se está derramando demasiada sangre todos los días en una absurda competencia con el tiempo y la velocidad. Los Evangelios y los escritos de los Apósto– les podrían servir de manual y código moral también para los conductores». O sea que, según el Papa, un acercamiento de los conductores a los Ubros Santos podría traducirse en una gran.· economía de vidas y de sangre humana. ¿A ,qué esperamos? ¿No será mejor llevar esos libros en el coche, que una novela verde o rosa? ¡Que a la pala– bras frívol.as de lo~ hombres prefiramos alguna vez la palabra de Dios que nos habla por los Libros Santos! 123 Muchos miles de conductores murieron el a~O'i:ú~~ sado en las carreteras del mundo. Por lo menos otros tantos miles caerán este año... No se necesita ser profeta para predecirlo... Pero ahora están todos vivos y sanos. Y quizá marchan al volante de sus coches sin