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«Stop» a· la muerte 37 coches y el otro al cementerio de personas ... ¡Un acci– dente los retiró a ambos de la circulación! 87 . Cerca de la estación de ferrocarril de Wupertal se leía en un cartel este aviso a los caminantes: «Peatón, cuidado con el tren. Respete su propia vida, corno noso– tros respetaríamos su cadáver». Sí; tenernos que convencernos de una vez para siem– pre de que los anuncios, los indicadores y los semáfo– ros se han puesto ahí para algo, y no, ciertamente, para adorno; y de algo ha de valernos el s'aber leer. 88 Pablo VI decía a los camioneros españoles: «Cuan• do viajéis, eleven vuestro espíritu los templos con sus campanarios apuntando hacia arriba, que caracterizan los pueblos y ciudades que veis desfilar en vuestro recorrido». Y yo pienso para mí: De seguro que con la elevación cristiana que nos imprimirían esos pensamientos, dis– minuirían los accidentes en la carretera ... Y es que la idea de Dios va asociada al respeto a la vida que El nos ha ,concedido. 89 Durante el año 1971 la Policía de la República Fede– ral Alemana retiró el carnet de ccmclucir a 128.000 per– sonas. ¿Causa? Conducir la mayoría de ellos en estado de embriaguez. Y otra noticia: La mayor parte de esos conductores oscilaba entre los dieciocho y los treinta años de edad. Juventud, «divino tesoro»: La vida te espera y es hermosa. Pero, por favor, modera tu marcha en la carre-

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