BCCCAP00000000000000000001349

«Stop» a la muerte· 29 mo, que te enseña a caminar con toda seguridad por los caminos del cielo. Considéralos como tus mejores amigos. Haz caso a sus indicaciones, y serás feliz. 58 Y ya, salvadas las distancias, permíteme que te re– comiende llevar siempre contigo un librito más, que es este que estás leyendo. Se ha escrito para tu bien, y se ha escrito con amor. El humilde autor de sus páginas qui.ere acompañarte en todos tus caminos, velando por tu seguridad. En la imposibilidad de hacerlo, ha enco– mendado su tarea a este libro, en el que ha puesto un poco de corazón. Llévalo contigo, léelo y hazle caso .. . El bien será principalmente para ti y para los tuyos .. . 59 Otra tercer·a oración, recomendable a todo cristiano que quiera vivir en el siglo XX, a pesar de esa máquina de matar hombres, que es el automóvil: «De los que en las poblaciones no respetan la limi– tación de velocidades, líbranos, Señor. De los miopes o atolondrados, que en los caminos y carreteras no ven los indicadores, líbranos, Señor. De .los peatones inconscientes, con prisas, capri– chosos o tercos, líbranos, Señor. De los conductores presumidos que, sin precaución alguna, siempre se prometen un retorno feliz, líbranos, Se.ñor. De los que, al poner en marcha el motor, .no se acuerdan de Dios ni hacen la señal de la cruz, líbranos, Señor». 60 La prudencia al volante puede salvar muchas vidas . . la imprndencia no puede traer más que desgracias. Lo

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz