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«Stop» a la muerte 23 35 «Según estadísticas, el mayor número de muertos en zonas urbanas y sus cercanías, lo dan los peatones que, en la mayoría de los casos, son culpables por im– prudencia, por no observar las normas que garanticen su seguridad» («ABC», 11-10-1976). Pidámonos cuenta cada uno de esa tremenda res– ponsabilidad para con la sociedad en que nos ha tocado vivir. Que nadie, llorando, teng·a que decirnos a la cara: « Tú tuviste la culpa ... ». 36 Ningún conductor ni peatón quiere matar a nadie cuando suben a un coche o cruzan una. calzada. Y me– nos a sus familiares o a sí mismos. Y no obstante todos los días hay muertos o heridos en la calle y en la carre– tera. ¿Por qué? Porque no basta querer respetar las vidas; hay que poner los medios eficaces para guar– darlas. Y esto, por lo que sea, muchas veces no se hace. 37 Son tentadores un puente o un fin de semana con un coche a la puerta. Pero, ¡cuántos salieron para no volver! ... El puente fue para ellos el de la vida a la eter– nidad. El fin de semana se convirtió para ellos en el fin de la vida ... No te vas a quedar en casa por ello. Pero, si sales, adopta todos los medios a tu alcance para poder regresar con bien... Adopta estas precauciones por ti y por los tuyos... 38 No te pongas en la carretera, si tu coche no está en condiciones. ¡Peligran tu vida, las de los tuyos y las de los otros que se crucen en tu camino! ... Si en algo esti-