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140 P. David de la Calzada «La retirada del permiso de conducir parece ser una cosa reservada a los hombres. Solamente el cuatro por ciento de los carnés de conducir retirados por la Poli– cía correspondían a mujeres. También han salido mejor paradas en cuanto atañe a las pequeñas multas. Además se ven envueltas con muy poca frecuencia en acciden– tes y, en general, conducen de una forma mucho más defensiva y prudente que su compañero, el caballero de la carretera. 389 He aquí la fórmula para la bendición de coches según el antiguo Ritual de la Iglesia Católica: «Sé propicio, Señor Dios, a nuestras súplicas y ben– dice a este coche con tu santa diestra: vincula a él tus santos ángeles, para que a todos los que en él viajen, los libren y guarden siempre de todos los peligros: y de la manera que al varón etíope sentado sobre su carro leyendo las santas escrituras, le concediste la fe y la gracia por tu levita Felipe, de la misma manera muestra a tus siervos el camino de la salud, los cuales, ayuda– dos de tu gracia y con el cumplimiento de las buenas obras, después de todas las vicisitudes del camino y de esta vida, merezcan conseguir los eternos gozos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén». 390 El Nuevo ritual de la Iglesia Católica ha cambiado la anterior fórmula de bendición de coches, por esta otra: «Señor, sabemos que eres nuestra meta, te recono– cemos también como Camino verdadero de la vida. To– dos nosotros, peregrinos y errantes en este mundo, va– mos siempre hacia Ti. Bendito seas, Señor, porque nos permites que, con la ayuda de la ciencia y técnica, ten– gamos medios y vehículos para trasladarnos de un sitio