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132 P. David de la Calzada con firmeza cuando ya se está dentro de ella es un gran disparate expuesto a 1·a mayor desgracia. Hay que frenar antes y entrar con suavidad en la curva. Sólo así se con– seguirá salir ilesos. 368 También el tractor agrícola, a pesar de su corta histo– ria, tiene y'a eri su haber una larga lista de muertos. No lo olvidemos nunca; el tractor es una máquina, y la má– quina no tiene ojos ni inteligencia ni corazón. Por eso no puede pedín~ele prudencia. Quien tiene que tener ojos, inteligencia, prudencia y corazón es el que lo con– duce. Y esto, no sólo en el campo abierto, sino sobre todo cuando salta a la carretera. Evitemos que ese mons– truo ciego, sin alma y sin corazón, se trague más vidas humanas. Que el hombre domine a la máquina y no la máquina al hombre... 369 He aquí lo que ha 'aparecido en un calendario: «En Grecia y en Polonia está prohibido fumar mien– tras se va al volante, y esto por razones de seguridad. En Francia se tiene comprobado que un 5 por 100 de los accidentes que ocurren en la carretera tienen como responsables a los automovilistas que van fumando mien– tras conducen. En los Estados Unidos hay quienes afirman. que los fumadores están expuestos dos veces más a accidentes que los que no fuman. Y muchos especialistas están concordes en afirmar que la agudeza visual disminuye en un 10 a un 20 por 100 dentro de un coche con las ventanas cerradas en el que se hayan fumado cuatro cigarrillos. Después del test del alcohol, ¿habrá que adoptar tam– bién el test del tabaco?».

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