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«Stop» a la muerte 117 ¡Señores automovilistas: Que 200.000 muertos al año en la carretera son muchos muertos! ¿A qué número esperáis que llegue para tomar un poco en serio el asunto? 326 Alguien ha dicho que los palos (léase multas, sancio– nes pecuniarias ... ), no producen en los conductores irresponsables más qué éxitos pasajeros. ¿Será posible que seamos tan b... que nos estén defendiendo la vida a golpe de multa, y que «ni por esas»? ¿O es que al subir al coche dejamos la inteligencia y la reflexión en el ma– letero? 327 ¡Carreras de coches! iA ver quién corre más! ... Y un espléndido premio al campeón. Siempre me han parecido estas carreras una salvajada indigna de nuestra civiliza– ción occidental. Si la muerte fuera como la imaginaban los paganos, tendríamos que suponerla riendo a carcaja– das ante esos suicidas disfrazados de marcianos. Pero a la muerte le debe dar pena de la mentecatez del hom– bre, al exponerse a pagar con la vida un poco de gloria deleznable... 328 Conducir cara al sol cuando éste está a poca altura sobre el horizonte es muy peligroso, porque este fenó– meno reduce enormemente la visibilidad. El exceso de luz directa sobre la retina nos ofusca y nos impide ver con claridad la carretera que tenemos delante. Es de cuerdos redoblar las precauciones cuando aumentan los peligros. Unas gafas negras y el uso de la visera pueden prestar excelentes servicios.

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