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PerQ la energía y éonstancia de los hombres .. tl'íunf,arfan, al fin, de estos ob_stáculos si, junta.-· mf:lnte con ellos, y dándonos la raz·.ón y la clave d<;i: sµ es:istencia, no viéNu:nos en nuestra. natu– r'aleza un foci.tndis~mo manantial de oscuridaµes · yde dudas, procedénte deí. desarreglo o:riginal:de nues,tra constitución, que establece esa perdqra.- . bleJueha entre las aspiraciones más nobles de nues;tro·,ser ylas.teudenciás embrutecedoras de la ,materia, cuyM. primeras qonsecuencia.s s.e dejan sentir en una .. especit3 de patcialidad. fµnesta en Javor del er~or,, en favor 4el mal, que perturba .hondamente· la serenidad .de n,uestros juiei0s. Este fenómeno innegable, que no admite más·explicaeión que la que le da el Catolicismo,. es.. decfr, el .trastorno producido por, la pérg.ida. · · culpable de un estado superior,· en el cual plugo al Creador colocar; ál h'ombre, ·cuando .·le hizo. apatecer sobre · la tierra, adquiere, según los . Cl:),SOS,•. fo'tmas diversisifllaS. Ora es el videQ me– . liora, proboqtfe, deteriora se'quo;t/ ota .es el grito, , 'angustioso qué exhalaba el Apóstol San Pablb: Quis me UberMit d~ co'r~re niortis hujus '(1); ora .son aquellas. pala'bras del libro .de la Sahiduria, que parécen encetTarla síntesis úl.Hma del posi-; .· ti:viam,o modern9 : manducemus et bibamus, eras . enim mor-ie:víur (2), ora, en fin, se manifiesta éÍl • ~ri.Sis violéntísiIIlas, en q.ue1 la inteligenpia, lu'., (1) Rom,, VII, 24. J2) Sá¡,.; II.'--Corinth;, XV 1 32.