BCCCAP00000000000000000001348

_.. 51...:. · dudar de que la· filosofía pUeda proporcionarnos el conocim:ento ele Díos y de n◊sotros mismos, y de todos aquellos puntos que sirven de .base na:– tural á·la religión; rto es menos ,cierto que.exis– teri innumerafües pbstáculos, tjue impiden á la razón elevarse libremente hasta laqlleUas altu.• ras; que,. como ave cautiva, no pued.e .apro· vechar su3 alas y, moverse ancham.ente en el · ' espacio y que, eri fin, la realidad. de los hechos y de la historia arguye, soore e.ste: punto, una in– ~apacidad en ella, que, no pudiéndose fundar en su naturaleza, es preciso h-acer depender de .circunstancias exteriores. Di'rémos, pues, que h11iy en el ent~ndimiehto humano una potencia abs'olutá para conocer . _estas verdades; pero· hay, á la vez, en .él un~ impotencia rela¡ti va para. llegar á este resultado; y, de elfo se seguirá qu:e tiene una necésidad 're– lativa,6, como dicen los teólogos, Un~ necesidad mo1·al de la Revelación: y como, según expuse en Conferencias antericres, la Revelación con'.. . tiene otra categoría de verdades, es decir, las que superan las tuerzás de la humana razón, á las cuales damos · el no':nbre de miste1~ios, dire- · mos que, respecto de e[a·s., hay en nosotros li.na incap;:tcidad abs.oluta/de conocerlas; de lo cual se ilaferirá que, para que Leguen ,á noticia de nues- · tro ent.éndiniiento, es a:)solutarnente, ó (como se ..· dice en lenguajwescolAstico) físicamente necesa• ria la Rev~lación. En el desarro:llo. de ltts pruebas que vais á, es,;;' .·· ¡, - ~