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- 36 ~ mismas palabras y usar los m.isnios giros que el hotnbré em¡>lea,. y, énvúeltos .en estas palabras y giros, .quiso .darnos esos jnmensós tesoros de · sabiduría y dé bondad, que se encuentr11n ence– rrados en lcís maravillgsos Hbros que s~ lla~an Evangelfos. ¿A quién, pue~,. señores, podrá extrañar, si examrn.amosesta cuestión dentro del criterio ca-. tóUeo. y á- la luz de los principios ;de la Teología católica, que Díoshaya querido manifestarse ar hombre, empleando el medio _de 'una revelación sobrenatural, el cual no sólo no se encuentra en contradicción con estos. otros diferentes modos de manifestwrse, sinó que,. además, encierra lar conveniencia de ser el más -adecuado para la .natqraleza. espiritual é inteligente de nuestra alma? No quiero dejar de haceros notar cómo, mi– rándole dei:¡de este punto de vista, nos ofrece ef– mundo un concepto :im:nensamente superior ·al que nos pueden sumü1istrar todas la¡;demá,s es– cuelas; concepto que,. á. la vez que encierra una. éxactitúd mayor, habla 'á nuestí·a$ ,.faclÍltades con ese lengúáje elocuente de la poesía y· de· la belleza, que súele ser el ropaje exterior de que se 1'eviste la, verdad, ¿Qué esí en efecto, el· mun– do, considerado en·su conjunto, para la escuela materialista?· Para· los· materialistas, el mundo es· ia realización del absurdo más gran:(j,:é' q1¡e - I .. • puede caber en la inteligenciallumana,eual se- da la existencia de un efecto sin tener.causa al-

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