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- 133- Las verdadesTeHgfosas' .Pe.rteriecientes al. or– den natural no son de. las incluidas en la pri– mera zolla, ni se puede tampoco afirrnar que 1o– •estén en1a tercera;_son¡ pue.s, qe1as que,o~u~· ¡pando .una. zona _intermedia, se presentaq •. en"'. vueHa13 ·. en una persistente-neblina, que, sµ.mada ,con la foerza perturbadora de las pasiones, difi– .culta _de un _modo extraordinario su investigi- .. .ción y e&tudio. · Para evitar, pues, los peligros de. c~ei~ .en el ,error, nece~ita •el ho1n¡bre de una superior ayu– da, que suplalas deficiencias de la r.azón; Mlllo ~l navega}(te, aden.ias de la brújula, necesita. <lel ·. concurso de Jas 0S}I'eHas, que le permitan rectificar su rumbo, y-corregirlas desvíacio:i;ies que estí'.t sujetb aquel instrumento. . ~os fiJósofos .y lós sabios no pueden darnos fa .· ,suficiente luz para _que désapa~ezca 1ft ·dUd .tt.en fo~ pu'ntos fundamentales de-la ReHgión. Lo vi– mos comparando las dstintascreencías de_ fos ¡pueblos, y las hipótesis variadfaimas que, hi f'.ra~ .guado 1a filosofía, La c9nfusión,. elabsUrdp y' el escepticismo serían únicamente los frutos que, ,·-.• Í.-'. '" ,·,,__ -, ·. .·. ,-,-- ... ' ·.. , .· :''·-· '-·- tras labonosps .esfuerzos, llegaria~nos á, coses -char, si .hubiéramos de bu~carla v~rdad en,mé– <lib.de ésas contradicciones foacabables/ Nec'e- ~Haffios, pues·, ápelftr á Una fuente más .elévitd~ .. y más pun1,.de donde .ftuza el aguadeJa; yfur– dad. sin las pestilentes· :nezclas. quela enturhtan, <mando brota del manantial de la filosofía hu~ "maµa. La Revelación S:,bre.natural os, potconsi:-