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. - ~ 120'+ que obran én il mun.do 1 ~• ciega y fatalmE)n,te le ~.Quducen á µna perfección, que ningíin entElp.di– miento ha concebido:» (1} S.ital fuera fo.·natufa-' · leza de Dios, con. razón- se le podría negar el ppder deobrar n;iilagros. :Pero para aq·uellos qué no ·conciben á' Dios sino CO;IDO un Sér personal, distinto dei mundo y ~ Aut.or de él y de las leyes que le gobierna.u, dons!élrvador del orden y de la armonía de la érea.dóIJ., el milagro no ofrece· una dificultad maypr., que Ja 'qu(él puedarepresent-ar la interven- / ción clel hombi:e en fa suspensión de los efectos· de una ley, que él mismo hubiera dictlil,dq._- ·. El encadenan:úento mecánico de-los .distintos ·órdenes·deca.tisas, que c<:mtrfüuyenal_manteni- miento ·del orden en. el universo, no ·excluye11 la posibilidad de que la Primera Causa interven..: ga en.ellas. PorJo contrario, esta posibilidad de ill(e,r:v:ención se deriva de la gradaeign, que ,· aquéllas guardan entre sí. _ . ,.Mirad, sefiores, .lo q~eacontece en el or~nis • mo humanq; en,él también se sobreponen uno!'I ór,denes de causas á otros, y nos ofrecen, en su .co11junto, una :reproducción de los distintos órdE;:l., n,es·de )a llatuntleza. En, el hombre, los tejidos !l}Usculares ee sobreponen á l9s tejidos esqueléti~ cos, iQ;fh1yen· en'éllo.s y a1teran.sus movimientos; los, tejidos nerviosos se sobreponen; á los tejidos (1),. J. Guibert: Les Croyances Réligiew1es etlesScien• ces·dela Nature, pág. 1l13.