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-102- ciénte~s á los.centros más cultos de Europa,.don.::. de hallaréis ·copiosos anuncios de m:ediums, vi– dentes, ituminad9s, que Ieen el porvenir y descu– bren los secretos para. tener fortuna en cuantas cosas se emprendan tl). ¿Qué. significación' encierran todas estas abe• J-raciones de 1a humanidad? La de que no S0" puedenimpunement(;l quebrantar las leyes que, , .. Dios ha fijado al entendimiento del hombre, sin ex.ponerse á frastormrs análogos á los que pro- , ' duoe el quebraút~miento d~ las leyes Jisiolo- gicas. En· nuestra mano está la alteración de cual– qtÚera de estás leyes, de la que se refieré al aUrnento:, de la que prescribe el sueño, ó el ejer"' cieio corpo'ral; abusando de nuestra libertad, po– demos llegar á .la infracción de ellas; pero pron– to la ley ultraja~a tomará su venganza, y h.ar ~ queel osado, que, ha pretendido desconocerla y · níenospréciarla, pague su atrevimiento eón la, enfermedad y con -la muerte. La l~y fundamental que marca el progreso– armónico de la naturaleza humana no depÉmdee tampoco del capricho del hombre, sino que ha. sídoimpúesta porla,soberana voluntád del Crea– dor. Por ella han de regularse las relaciones-en– tre el Entendimiento Divino y la.razón humana; y siendo ésta, por sí ·sola, incapaz ·de elevarse ·. {l) l'«fo,ns. Lé Roy: La Réliqior,, des Primitifs; segun– da edición, pAgi!l&S 425-426. /'